Misión
Proporcionar los elementos Doctrinales, Pastorales, Espirituales y Comunitarios que ayuden a quienes han sido llamados al sacerdocio a responder a Cristo y a la Iglesia en el contexto de los desafíos y problemáticas que caracterizan las realidades del tercer milenio; a fin de que puedan configurarse con Jesucristo, Cabeza y Pastor de la Iglesia y compartan con Él su misión salvadora universal, y de ese modo puedan recibir el sacramento del orden.
Toda la educación de los alumnos en el Seminario Mayor debe tender a la formación de verdaderos pastores, a ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo, Maestro, Sacerdote y Pastor.
Por consiguiente, deben prepararse para el ministerio de la Palabra; para comprender cada vez mejor la Palabra Revelada por Dios, poseerla con la meditación y expresarla con la palabra y la conducta; deben prepararse para el ministerio del culto y de la santificación, a fin de que, orando y celebrando las sagradas funciones litúrgicas, ejerzan la obra de salvación por medio del sacrificio eucarístico y los sacramentos; deben prepararse para el ministerio del Pastor: para que sepan representar delante de los hombres a Cristo, que no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención del mundo (Mc.1O,45; Cf Jn. 13,12-47), y hechos servidores de todos, ganar a muchos (cfr. 1Cor. 9,1 9)”.(O.T.4).
El Seminario Mayor toma como propia la opción Diocesana de la Nueva Evangelización, y busca desarrollar una nueva mentalidad pastoral que asuma la “estrategia de la Diócesis de Pereira, la cual se propone anunciar sistemáticamente a Jesucristo a todos los hombres de hoy para que bajo la acción del Espíritu santo lo reconozcan como la Revelación plena del amor del Padre, como salvador del pecado y de la muerte, de modo que se establezca en el corazón de la persona y la cultura, y surja la civilización del amor”. De esta manera el Seminario promueve la formación de jóvenes centrados en la persona de Jesucristo que se dejan guiar por el Espíritu Santo y cuya razón de ser es la misión; que saben organizar su trabajo pastoral con los laicos y religiosos para construcción de comunidades vivas evangelizadas y evangelizadoras.
El Seminario es ante todo una comunidad de personas que desde la fe estructuran una forma de vida según el Evangelio en el cual fundamentan sus relaciones de amistad y caridad que permita reflejar el espíritu de familia en la que se percibe la alegría del seguimiento de Cristo.
Es una comunidad o porción de la Iglesia Diocesana que bajo la responsabilidad del Obispo ofrece a quienes el Señor ha llamado para el servicio apostólico, la posibilidad de actualizar la experiencia formativa que el Señor realizó con sus discípulos, a quienes llamó para que estuvieran con Él (Mc. 3,14) antes de enviarlos a predicar y a curar. De ese modo, la identidad profunda del Seminario es la de ser, con características propias y en armonía con la Iglesia Universal y Particular, una encarnación de la Iglesia que en unas circunstancias culturales, sociales y políticas de lugar y tiempo, peregrina en el seguimiento de Cristo y en la escucha de su Palabra hacia la experiencia plena en la espera del don del Espíritu y en la disponibilidad para la misión.
El Seminario es, en sí mismo, una experiencia original de la vida de la Iglesia en el cual el Obispo se hace presente a través del ministerio del Rector y del servicio de corresponsabilidad y de comunión con los demás formadores, para la maduración de la vocación desde el crecimiento pastoral y apostólico de los alumnos.
Los diversos miembros de la comunidad del Seminario, reunidos por el Espíritu en una sola fraternidad, colaboran, cada uno según su propio don y carisma, para el crecimiento de todos en la fe y en la caridad, para que se preparen adecuadamente al sacerdocio, y por tanto prolonguen en la Iglesia y en la historia la presencia redentora de Jesucristo, el Buen Pastor.
De ese modo, el Seminario se configura, como “comunidad eclesial”, como “comunidad de discípulos del Señor”, cimentada en la Palabra, centrada en la liturgia, especialmente en la Eucaristía, que vive la caridad fraterna y en el crecimiento de la vida comunitaria resplandece el Espíritu de Cristo y el amor a la Iglesia.
El Seminario Mayor enfatiza el amor a la Palabra de Dios y su centralidad en la vida espiritual y la liturgia.
La formación está orientada al compromiso de la Nueva Evangelización y capacita a sus alumnos para el fomento y el acompañamiento del Proceso Diocesano de la Nueva Evangelización (PRODINE).
Se propone formar a sus alumnos para vivir en comunión y participación, esto es, para desarrollar una pastoral de conjunto.